Revista Iberoamericana de Autogestión y Acción Comunal (RIDAA), No 81 (2023)

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Constitución en una democracia consociativa en dificultades. Una crónica

Manuel Martínez Sospedra

Resumen


España cuenta con una democracia consociativa tanto porrazón del modo en que se construyó el “Régimen del 78” como porel diseño de sus instituciones de gobierno. Empero ese diseñopresuponía que el sistema de partido existente en el momentofundacional (dos partidos y dos semipartidos, todos de ámbitonacional y con potencial de coalición) iba a durar. No ha sido así.El sistema de partidos original se hundió en 1982, dandopaso a otro de partido dominante que duró once años, el que, a suvez, fue sucedido por un “bipartidismo imperfecto”progresivamente inclinado a la “política de adversarios”, que sederrumbó a consecuencia del impacto de la Depresión y de lapésima respuesta a la misma.La reacción a esa crisis ha dado lugar a un sistemamultipartidista fragmentado, seriamente polarizado, de difícilgestión, que ha visto desarrollarse una desafección política quecomienza a afectar al modelo mismo de la democraciaconstitucional y al surgimiento de formaciones que siguenestrategias populistas.Pese a ello el juicio de la opinión sobre la Transición y suconstitución, aunque con altibajos, sigue siendo globalmente positivo, pese a que las reclamadas reformas sobre la Constituciónmisma no se han llevado a cabo, y pese al persistente problema dela falta de conexión regular entre el nivel nacional y el nivelterritorial de gobierno. La emergencia de unas derechas radicales,una nacional, otras seccionales, en un ambiente polarizado apuntaa crecientes riesgos de bloqueo del sistema de gobierno.

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