El presente artículo es el primero de una serie de trabajos, que aquí y ahora se enmarca en el temario de la próxima edición de RiDAA, dedicado a la: “Verdad, Justicia, Participación y Comunidad: Valores y Principios para una Sociedad Cambiante. Desde el prisma de estos valores, aquí traducidos en términos de participación democrática en el desarrollo rural, mi objetivo es contextualizar, analizar y proponer soluciones a un problema particular de índole socio-cultural que atañe a la extensión agrícola y al desarrollo rural. Este problema suele interferir con la colaboración efectiva entre investigadores, agentes agrarios y campesinos. Encontramos una causa parcial del problema aludido en etnocentrismo académico que condiciona la enseñanza/ aprendizaje en las ciencias agrícolas-naturales y socioculturales. También se debe este problema a la exclusión de los campesinos de la deliberación y toma de decisiones sobre recomendaciones, que pretenden modificar sus técnicas productivas. En búsqueda de soluciones, se plantea en este trabajo una estrategia dialógica cultural, que facilite la integración, en pie de igualdad, de investigadores, agentes agrarios y campesinos, desde el inicio de los proyectos. Esperando con ello aumentar, mediante el diálogo cultural y la interacción horizontal, conjugar los benefícios de las innovaciones técnicas con avances en los objetivos participativos y democráticos del desarrollo rural humano y sostenible (DRHS).